terça-feira, 5 de junho de 2012

Carne.



Camino los senderos recordando tu inmaculado nombre
Tu verde pelo se asemeja a estas hojas perennes
imposibles de morir, su brillo es como de cera pulcra y radiante.
En lo recondido de la selva tropiezo con tus manos
enraizadas,que yacen incompletas en el lodo.
El sol que calienta las piedras me recuerda tus ojos,
veraces y ardientes;Mientras que la lluvia es sinónimo de tu ausencia,

llegacon bochorno,humedece mis
sabanas y empaña mi mirada.
El camino de maleza lo ignoro,mis pies conocen el destino.
Son tus llanuras siempre tan altas e improbables de escalar.

Son tus mejillas una cuenca donde cada fin de mes
Crecens mis rios.Y tu cuerpo se convierte
en el mio,un cementerio nocturno donde las plegarias
disipan lo que alguna vez tuvimos.


Valeria Leon. 05/2012

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